INVIERNO
La mejor fuente de Vitamina D es el sol. En invierno el mal tiempo, el frio, las pocas horas de sol reducen la exposición a este. Una exposición mínima es necesaria, alrededor de 15 minutos (sin protección solar) varias veces por semana.
Existen 3 formas de obtener la vitamina D: la ingesta de alimentos de origen animal, de origen vegetal y a través de la luz ultravioleta del sol.
Mediante algunos alimentos obtenemos unas moléculas (7-deshidrocolesterol y ergosterol), estas moléculas son transformadas por irradiación solar, al pasar por el hígado se transforman en nuevas moléculas (25-hidroxicolecalciferol), a continuación el proceso termina en el riñón dando lugar definitivamente a la vitamina D (calcitriol).
El proceso de obtención y trasformación de la vitamina D es algo muy complicado, en esta ocasión os hemos hecho una explicación muy resumida.
Las principales funciones de la vitamina D son:
– Regulación de genes.
– Mantenimiento de la homeostasis (equilibrio) de calcio y fósforo.
– Diferenciación y crecimiento de diferentes células.
– Influye en trastornos diversos, problemas cardiovasculares, etc.
Su déficit, también muy resumido, puede provocar raquitismo en niños y osteomalacia u osteorporosis en adultos. Existe relación entre esta vitamina y muchos problemas más (enfermedades cardiovasculares, por ejemplo).
En caso de creer necesaria la suplementación de esta vitamina, nuestra recomendación es que siempre sea bajo supervisión médica.